Te cuento algo.

Resulta que para ir a yoga el otro d铆a no ten铆a sujetadores limpios, as铆 que me puse uno que me apretaba m谩s que cuando la pasta de diente se est谩 acabando y exprimes el tubo como si tu vida dependiera de eso.

Pues as铆.

Bien, naturalmente, se me sal铆an las tetas en el perro que mira hacia abajo.

Me estaba costando concentrarme mientras hac铆a cada pose, s贸lo pod铆a pensar en que toda la clase me iba a ver una teta.

Cada vez que me contorsionaba en alguna pose ven铆a ese miedo, y la presi贸n del sujetador hac铆a que mi cuerpo se sintiera inc贸modo y con algo de dolor.

No pod铆a esperar a que la bendita clase se acabara, para poder quitarmelo.

As铆 mismo se siente cuando no puedes m谩s con la restricci贸n, y est谩s tan harta de pasar hambre, de verte al espejo, criticarte, o sentirte insegura en cada cena a la que vas.

Me llamo Vicky y abajo entras en mi newsletter para dejar de perderte tu vida por andar de dieta en dieta.

Mando consejos diarios, y en muchos de ellos te vendo algo. Algo de alto valor para sanar.

Si esto no te gusta, mejor que no entres.